miércoles, 21 de septiembre de 2016

¿Por qué los chicos no entienden lo que leen? / por Ana María Borzone **


           
¿Por qué los chicos no comprenden cuando leen?

Esta pregunta refleja la angustia de docentes y padres por las dificultades que tienen los chicos para comprender textos y, por ende, para aprender contenidos curriculares.

Aun cuando la respuesta es sencilla –los chicos no comprenden porque no les enseñan a leer–, parece un desafío titánico revertir esta situación y recuperar la excelencia que alguna vez tuvo la escuela pública argentina.

Durante los últimos 25 años, desde el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), hemos realizado estudios sobre la enseñanza y el aprendizaje de la lectura y de la escritura en español que dan cuenta del papel fundamental de una enseñanza adecuada para evitar el fracaso, que afecta mayoritariamente a los niños que provienen de sectores vulnerables.

¿Qué nos dicen nuestras investigaciones y las que se vienen realizando en otros países en los que los estudiantes tienen un mejor desempeño en comprensión?

Que es necesario atender en la enseñanza a los dos subprocesos principales del proceso de lectura: el reconocimiento de palabras y la comprensión. Si los chicos no aprenden a reconocer palabras en forma precisa y rápida, no pueden comprender lo que leen. De la misma manera que, si no reconocen las palabras cuando les hablan, no pueden comprender lo que oyen.

El primer paso para aprender a reconocer palabras escritas es darse cuenta de que las palabras están formadas por sonidos y que las letras representan esos sonidos. Esta habilidad, conocida como conciencia fonológica, es el eje central de la enseñanza temprana en países como Cuba y Finlandia. Cuba incorporó este eje porque el científico que descubrió la importancia de la conciencia fonológica, Elkonin, era soviético.

En la Argentina, desde la década del 90, y a pesar de que fue el país en el que realizamos las primeras investigaciones sobre esta habilidad en español, se desestimó, y aún más, se prohibió el desarrollo de la conciencia fonológica, dificultando y entorpeciendo el aprendizaje de la lectura. También se desestimó la enseñanza sistemática del vocabulario, de estrategias de comprensión como activar conocimiento, realizar inferencias, relacionar la información y jerarquizarla, así como la práctica de estas estrategias.

Las experiencias que realizamos en comunidades rurales, bilingües tobas y urbanas marginadas nos indican que todos los chicos pueden aprender a leer en primer grado, si cuentan con una enseñanza fundamentada en la evidencia empírica.

La decisión de cambio es política; los instrumentos, técnicos.

** Investigadora del Conicet. (21/09/2016)


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