jueves, 22 de diciembre de 2016

Feliz Nochebuena y Navidad!!!


A TODOS-AS MIS AMIGOS/AS: colegas, Compañeros/as…MIS MEJORES AUGURIOS!!!

 

…..En las vísperas…de Nochebuena y navidad observamos mucha gente ansiosa hablando de viteltones, sidras, turrones, champagnes, pecetos y pan dulces…y etc.….un montos de cosas que posiblemente tengan algo que ver con un evento pantagruélico…en el cual se reúnen las familias en una inmensa y generosa mesa de reencuentros e indisimuladas rencillas…todos juntos esperando las 24 para descorchar lo que se tenga a mano y desabrocharse un poco las cinchas y trusas de los sufridos abdómenes cargados con alocadas viandas frías , calientes, dulces y amargas..y regadas etílicamente como es debido; en una Nochebuena en la cual se supone recordamos el nacimiento de un flaco que en las antípodas de este grotesco escenario, en medio de una digna pobreza dio hasta su ultimo aliento por nosotros…y nosotros mortales al fin y al acabo lo recordamos echándole una mirada prosaica al arbolito, donde junto a un diminuto pesebre y otros animalitos plásticos, esperan los paquetes con regalos …para completar la fiesta….feliz claro…. Jojojo?? ……..


CON EL AFECTO DE SIEMPRE!!!

 

Daniel  Diaz  / Bibliotecario Argentino

https://ar.groups.yahoo.com/neo/groups/Identidadbibliotecaria/info

[Circular ABGRA] 2016/046: Horario de atención ABGRA




Circular ABGRA
Circular
Buenos Aires, 21/12/16
Circular Nº 46/2016

Horarios de atención ABGRA

Estimados socios:
Les comunicamos los horarios de atención presencial en la Sede de ABGRA en los próximos meses:
  • Diciembre 2016: lunes a viernes de 15 a 18 h.

  • Enero 2017: receso, sin atención presencial.

  • Febrero 2017: lunes a viernes de 15 a 18 h.

Cordiales Saludos,
Secretaría ABGRA.

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martes, 20 de diciembre de 2016

(OffTópic) Los puntos clave del nuevo acuerdo entre el Gobierno y la CGT por Ganancias

Todo lo que hay que saber del nuevo proyecto que debatirá el Congreso. Nuevas deducciones, mínimo imponible y alícuotas.


Los  dirigentes de la CGT y del Gobierno acordaron una serie de modificaciones en el proyecto inicial de modificación al Impuesto a las Ganancias, que había sido duramente criticado por la oposición en el Congreso Nacional.


Mínimos imponibles. En este nuevo acuerdo, el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y uno de los titulares de la CGT, Héctor Daer, confirmaron que el nuevo mínimo no imponible para solteros será de  $ 27.741 y de $ 37.000 para casados con dos hijos.Nuevo índice de medición por año.


Por otro lado, se acordó que "todos los números como las escalas, las deducciones y los mínimos no imponibles sean ajustados todos los años en base al RIPTE", precisó Quintana, en referencia al índice que se utiliza para calcular las jubilaciones y Asignaciones Universales con respecto a la variación salarial del año de los trabajadores


Deducciones. Daer, por su parte, también señaló que "el que por horas extra aumente su salario no cambiará de categoría". Esto quiere decir que si uno está en la categoría mínima de salario y por el cobro de horas extra alcanza otra categoría, se respete el rango inicial del empleado, por lo menos, en la categoría base, según las declaraciones del ministro de Trabajo Jorge Triaca.Quintana, además, agregó que también "los alquileres y feriados quedarán exentos del impuesto a las ganancias", al tiempo que quedarán alcanzados por ese beneficio "el 40 por ciento de los viáticos". Y aclaró que "la idea es que el aguinaldo no se vea afectado".Por último, vuelve la figura del cónyuge a las deducciones de dicho tributo.


Nuevas alícuotas. Actualmente, la alícuota mínima es del 9%. Con el nuevo acuerdo, quien perciba un sueldo de hasta 20 mil pesos mayor al mínimo imponible, es decir 57 mil pesos para los casados con dos hijos, pagará un 5%. Y el 9% recién será para quienes ganen entre 20 y 40 mil pesos más.el 12% se aplicará para sueldos que excedan entre 40 y 60 mil pesos y el 15% entre 60 y 80 mil pesos. Luego, el 19% se aplicará para quienes cobren entre 80 y 120 mil pesos más del mínimo imponible, y el 23% entre 120 y 160 mil pesos.Para aquellos que tengan sueldos que excedan entre 160 mil pesos y 240 mil, habrá una alícuota del 27%, y del 31% para 240 mil y 320 mil pesos. Por último, el 35% pagarán quienes cobren 320 mil pesos o más que el mínimo imponible.


http://fortunaweb.com.ar/2016-12-19-184855-los-puntos-clave-del-nuevo-acuerdo-entre-el-gobierno-y-la-cgt/

domingo, 18 de diciembre de 2016

El día que Borges y Sabato se sentaron a conversar / por Alfredo Serra


Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato, amigos alguna vez, llevaban dos décadas de franca enemistad por razones políticas. Una charla de café, un martes del verano de 1975, encontró reconciliados a dos ídolos de la literatura argentina. La lección de dos gigantes

Borges y Sabato. Sabato y Borges. Estuvieron distanciados casi 20 años, por diferencias políticas. "Inevitablemente, tanto uno como el otro dijimos palabras quizá injustas", diría Sabato tiempo después.
Un día del verano de 1975 logré que se sentaran a conversar. Y escribí un artículo para la revista Gente. Aquí, fragmentos de una charla imperdible. La lección de dos grandes.
La idea implicaba la reunión de mucho más que dos enormes escritores, eran dos ídolos de la literatura argentina. No fue fácil. Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato, amigos alguna vez, llevaban dos décadas no sólo sin hablarse: dos décadas de franca enemistad por razones políticas. Sin embargo, ante la posibilidad de aportar algo de su talento a miles de lectores, olvidaron rencores y polémicas, y protagonizaron, a lo largo de una mañana inolvidable, este diálogo y estas imágenes que hoy son un clásico del periodismo nativo. Acaso por esas simetrías que, según Borges, le gustan al destino, el encuentro sucedió apenas unos meses antes de la primera Feria del Libro. La que a partir de allí, nunca iba a detenerse.
Recrear aquella charla y aquella reconciliación es más que un placer intelectual. Es también una lección para la clase política, casi siempre separada por mezquindades y casi siempre alejada del bien supremo: el país y su gente.

Verano de 1975: el encuentro.

El alejamiento se mantuvo hasta que una circunstancia casual produjo algo nuevo. En una ocasión, Borges firmaba libros en una librería del centro. Sábato pasó por allí. Entonces, algunos de los que esperaban la firma de Borges se acercaron a Sábato y le pidieron que también firmara. Así, en libros de Borges, pueden encontrarse dedicatorias de Sabato: un símbolo de lo que pasaría después. El escritor se acercó a Borges y lo saludó. Borges lo abrazó. Acaso ninguno de los dos había olvidado la polémica, las palabras ásperas, los casi veinte años de silencio. Pero el fervor, la devoción, algunas preocupaciones comunes y ciertas inevitables coincidencias volvieron a acercarlos. Al fin de cuentas, los dos estaban en el centro de una Buenos Aires que aman y aborrecen, que contaron como pocos, que guarda para siempre su gloria (sus libros) y que algún día guardará sus huesos.

Hablaron mucho. Los primeros testigos de ese diálogo (Anneliese von der Lippen, amiga de Borges y traductora de la obra de Sabato al alemán, y Orlando Barone, un escritor joven, autor de Debajo del ombligo) pensaron que esa conversación debía prolongarse. Sintieron que las palabras de esos dos hombres merecían otro destino que el olvido. Muy pronto hubo un grabador entre ellos. Muy pronto habrá un libro con sus conversaciones, que tienen -ya se verá-, algo de testamento, de balance, de eternidad.
La tentación fue demasiado grande. Y una mañana, a comienzos de febrero, muy temprano (yo había leído que el hombre de Santos Lugares madruga y contempla las plantas), marqué los siete números que encierran fantásticas cábalas. Tuve miedo al decir "Buenos días". Tengo miedo ahora, cuando ya todo ha sucedido. Porque le pedí a Sabato que se encontrara con Borges. Que salieran juntos. Que recorrieran umbrales dormidos del sur, rejas oxidadas, almacenes tibios, plazas apenas reales. Y Sabato me dijo que sí.

Las cosas sucedieron un martes. Poco importa, pero Sabato tenía zapatos anchos, pantalones grises, saco azul, camisa colorada, y Borges interrumpía el azul profundo de su traje con una corbata verde y amarilla.

Borges: -La vida es soportable porque ocurre en tajadas. Uno se levanta, se afeita, desayuna. Va haciendo las cosas lentamente. Por eso la vida es menos espantosa…

Sabato: -Claro. Imagínese un hombre que se pasara toda la vida afeitándose. O diciendo "Buenos días". Mucha gente supone que los hombres famosos nunca dicen "buenos días" o toman café con leche, como cualquiera. Si los ven tomar café con leche ya no creen en su fama. La gente parece ignorar que el hombre no siempre escribe El Quijote. A veces paga impuestos.

B.: -Es cierto. Lo mismo que esos que dicen: "A fulano lo conocí cuando era de este alto". Bueno, ¿qué pretenden? ¿Que naciera siendo gigantesco?…

S.: -Muchas señoras de la época habrán dicho algo similar de Proust: "¿Quién iba a decir que Marcelito escribiría una obra maestra?". Los famosos no pueden vivir a la vuelta. Tienen que vivir en el país de ninguna parte.

B.: -Sí, en Utopía. Las palabras tienen trampas. Uno dice: "Ese lugar es estupendo". Y "estupendo" parece provenir de estúpido…

S.: -Yo inventé la palabra "afroidisíaco", que es una combinación de Freud y "afrodisíaco".

B.: -Yo conocí una orquesta de zíngaros. Pero en realidad no eran tan zíngaros. Eran apenas "gríngaros".

S.: -El portugués es un idioma deshuesado. Las consonantes fuertes han ido desapareciendo, y parece que le faltaran huesos. En cambio, el alemán es fuerte. Los carteles de prohibición, en los trenes, gritan: "¡Verboten!". Así, entre signos de admiración, como diciendo: "Cuidado que aquí atrás está el gobierno!". Los italianos son más ceremoniosos, más explicativos.

B.: -¿Estamos en Parque Lezama?

S.: -Sí. Me gustaba más antes, cuando no estaba tan endurecido por las veredas, cuando los caminos eran de tierra.

B.: -El Parque Lezama me trae muchos recuerdos… ¿Hay escalones ahora?

S.: -Los peores. Hay escalones que no parecen escalones…

B.: -Es lo que sucede en la oscuridad.

S.: -¿Cuál es la mejor traducción que usted conoce, Borges? La mejor traducción de cualquier cosa.

B.: -Es difícil…

S.: -Dicen que la Biblia es una gran traducción. Y Proust al inglés, también.

B.: -Es posible. Sin embargo, el traductor de Proust empezó mal. En busca del tiempo perdido no responde al original. Es una cita de Shakespeare.

S.: -Es cierto. Suena un poco absurdo.

B.: -Hace un instante alguien me recordó que yo escribí en un prólogo que la única cifra que recordaba del catálogo de Bruselas (un catálogo para bibliotecarios) es el número 213, que corresponde a Dios. Ya había olvidado ese número, en realidad…

S.: -Doscientos trece. Es un número bastante cabalístico, sin embargo. La suma es seis. Está formada por los tres primeros números (uno, dos, tres). Empieza por el par, que es la dualidad del mundo. Termina con el tres, que es la Trinidad. En fin, la cosa no está tan mal. Para principiante de bibliotecario le fue bastante bien, Borges.

B.: -Hablamos el otro día de sabiduría popular. De adagios…

S.: -Los adagios aciertan siempre. Uno dice: "Al que madruga Dios lo ayuda". Y otro: "No por mucho madrugar amanece más temprano". Claro, así es fácil. Si no acierta por un lado, acierta por el otro.

B.: -Es el caso de "Más vale pájaro en mano que ciento volando" y "Más vale buena esperanza que ruin posesión", que es lo contrario.

S.: -Claro, adagio y contraadagio. La sabiduría de los adagios es una especie de perogrullada. Además, algunos son siniestros, canallescos. Por ejemplo: "La caridad bien entendida empieza por casa". Hablar de sabiduría de un pueblo sobre bases semejantes es una iniquidad…

B.: -Me acuerdo de una frase feliz de Paul Groussac. Decía que Sarmiento sabía el latín y sospechaba el griego…

S.: -Suele decirse: "Fulano domina varias lenguas". Generalmente, uno no domina ni la de uno.

B.: -Más bien está dominado por ellas…

S.: -Es que hay lenguas insospechables. Algunos lectores, aunque no se conozca el idioma, pueden sospecharse. Pero en Hungría, por ejemplo, uno nunca sabe si el cartel dice "Caballeros" o "Prohibida la entrada". El húngaro es terrible…

B.: -Podríamos tomar una caña…

S.: -Bueno. Enfrente hay un almacén.

B.: -¿En qué esquina?

S.: -Defensa y Humberto Primo.

B.: -¡Ah! Muy cerca. Recuerdo que hay una iglesia danesa que parece de juguete. Y también una iglesia rusa.

S.: -Recién, cuando estuvimos sentados en la plaza Dorrego, Serra dijo que ese momento le parecía histórico…

B.: -Bueno, todos los hechos son históricos.

S.: -¿Le parece? Yo creo que si un hombre se acerca y dice: "Buenos días, caballeros. ¿Me permiten venderles unos tapices?", no está protagonizando un hecho histórico.

B.: -Es posible. ¿Tomamos esa caña, entonces? ¿Por dónde estamos?

S.: -Por el Obelisco.

B.: -¿Y cuándo nos conocimos nosotros? A ver… Yo he perdido la cuenta de los años. Pero creo que fue en la casa de Bioy Casares, en la época de Uno y el universo, ¿no?

S.: -No, ese libro es de 1945. Creo que nos conocimos antes. Sí, en casa de Bioy, pero un poco antes, a raíz de un trabajo que publiqué en Sur sobre La invención de Morel. O sea… debe de haber sido por el 40. ¡Qué barbaridad! Entonces hace treinta y cinco años.

B.: -Esas reuniones… Recuerdo que podíamos estar toda la noche hablando sobre literatura o filosofía. Era un mundo diferente. Ahora, me dicen, se habla mucho de política. Pero a la gente le interesan los políticos. La política abstracta no. Nuestras preocupaciones eran otras…

S.: -Yo más bien diría que en aquellos encuentros hablábamos de nuestra pasión: la literatura, la vida… Pero no porque no nos preocupara la política; a mí, al menos.

B.: -Es que no se hacía ninguna referencia a los diarios, a las noticias cotidianas, fugaces…

S.: -Sí. Tocábamos temas permanentes. La noticia cotidiana se la lleva el viento. Lo más nuevo que hay es el diario, y es lo más viejo al día siguiente.

B.: -Claro, eso está escrito para ser olvidado. Nadie piensa que deba recordarse lo que está escrito en un diario. Ellos mismos se encargan de borrarlo al día siguiente. Eso no puede ser muy importante, ¿no? Un diario, digo, se escribe para el olvido, deliberadamente para el olvido.

S.: -Dígame si no sería mejor publicar un diario cada año, cada siglo tal vez. Quiero decir: cuando sucede algo verdaderamente importante, nuevo. ¿Cómo se puede pensar que haya hechos trascendentes todos los días?

B.: -Es que no se sabe de antemano cuáles son. La crucifixión de Cristo fue importante después, no cuando ocurrió.

S.: -Imaginemos un título a toda página: "EL SEÑOR CRISTOBAL COLON ACABA DE DESCUBRIR AMERICA".

B.: -Como yo nunca he leído un diario, siguiendo el consejo de Emerson…

S.: -¿Quién? Ah… Emerson. Yo casi no los leo. Apenas cuando considero que algo es importante.

B.: -Ese tiempo parece muy lejano. Sí, claro, cronológicamente es lejano. Sin embargo, pienso en aquello como si fuera contemporáneo…

S.: -El tiempo no existe, claro… ¿Se acuerda, Borges, que aparte de la literatura y la filosofía, usted y Bioy sentían una gran curiosidad por las matemáticas? La Cuarta Dimensión, el Tiempo… aquellas discusiones sobre Dunne y el Universo Serial…

B.: -¡Caramba! Claro. Los números transfinitos, Kantor…

S.: -Y el Eterno Retorno, Nietzsche, Blanqui…

B.: -¡Y los pitagóricos!

S.: -Las aporías, Aquiles y la Tortuga… Nos divertíamos mucho, sí. Recuerdo cuando Adolfito leía los cuentos de Bustos Domecq recién salidos del horno. Pero a Silvina Ocampo no le gustaban, permanecía muy seria, ¿no?

B.: -Silvina solía leer esos textos con indulgencia, casi con gesto maternal.

S.: -¿Le parece? Yo creo que sentía fastidio. A veces se iba a otra parte a escuchar a Brahms.

B.: -A mí, sin embargo, los cuentos de Bustos Domecq me causaban gracia, a pesar de que esa gracia después no fuera compartida por nadie.

S.: -Vamos, Borges, no embrome. Y también se hablaba mucho de Stevenson. Eso de los silencios de Stevenson. Lo que calla a veces es más significativo que lo que expresa.

B.: -Claro, los silencios de Stevenson… Y también Chesterton, Henry James… Se hablaba menos.

S.: -Al que le interesaba mucho era a Pepe Bianco.

B.: -Sí. El había traducido The Turn of the Screw. Mejoró el título, es cierto. ¿Otra vuelta de tuerca es superior a La vuelta de tuerca, no?

S.: -Representa con más calidad la idea de la obra. Al revés que con ese libro de Saint-Exupéry llamado Terre des homes, traducido como Tierra de hombres. Como quien dice Tierra de machos, cuando lo que en realidad quiere significar (además lo dice literalmente) es Tierra de los hombres, la tierra de estos pobres diablos que viven en este planeta. No sólo ese traductor no sabe francés sino que no entendió nada de Saint-Exupéry.

B.: -La enormidad de las traducciones… Hay un filme inglés cuyo título original, The Imperfect Lady, lo tradujeron aquí como La cortesana. Perdió toda la gracia, naturalmente…

S.: -¿Y qué me dice de La mujerzuela respetuosa? ¡A lo que puede llegar la cursilería!

B.: -Mujerzuela… una palabra que ya nadie usa.

S.: -La misma mojigatería con la obra de John Ford: Lástima que sea una perdida. ¿Se imagina? Nada menos que un autor como Ford, un tipo de esa época de piratas.

B.: -¡Sí! Precisamente altera el título, que es donde más ha trabajado el autor. Cuando eligió uno es porque lo ha pensado mucho. Nadie, ni el traductor, debe creerse con derecho a cambiarlo.

S.: -¿Y acaso el título no es la metáfora esencial del libro? Del título podría decirse lo que se ha afirmado de los sistemas filosóficos, que casi siempre son desarrollo de una metáfora central: El río de Heráclito, La esfera de Parménides…

B.: -Claro, suponiendo que los títulos no sean causales… Bien, se supone que los libros no son causales…

S.: -Con optimismo a veces… A propósito, pienso en las editoriales y las comparo con los bancos. Son instituciones paradójicas. El banco le presta dinero al señor que no lo necesita. El editor le publica al escritor que todos se disputan. Eso hace difícil cualquier comienzo. Sin embargo, es extraño, uno ve los estantes de las librerías y es como una invasión de títulos. Debe de haber más autores que lectores, creo. Y otro fenómeno: el de los quioscos. Desbordan libros. Antes, por el año 35, solamente Arlt se vendía en los quioscos…

B.: -¿Libros en los quioscos…?

S.: -Sí, El Aleph, Ficciones y también los clásicos. Sí, Borges, y me parece bien que sus libros estén allí en la calle, casi al paso de cada lector. Se han multiplicado las posibilidades de acercarnos.

B.: -Pero… Es que antes no era así, claro…

S.: -Pero mucho antes, ¿recuerda que los almacenes de campo, cuando hacían sus pedidos a Buenos Aires, junto a las bolsas de yerba y a los aperos, pedían algún ejemplar del Martín Fierro?

B.: -Martín Fierro no es precisamente un personaje admirable, sino admirable el poema como arte. No, Martín Fierro no es un ejemplo, claro…

S.: -Para usted es una especie de antihéroe, creo…

B.: -Un desertor que deleita a los militares. Porque el Martín Fierro es la historia de un desertor. Pero si usted le dice eso a un hombre de armas, se indigna. Hasta Ricardo Rojas, en la Historia de la literatura argentina, lo defiende con argumentos inexistentes. Alega que en el libro se ve la conquista del desierto, la fundación de ciudades. Francamente no he leído una sola palabra de eso, ¿no?

S.: -Es que Fierro es un iracundo, un rebelde ante muchas de las injusticias de su tiempo…

B.: -Mi abuela, en 1872, vio a los soldados en el cepo. Hernández no conoció nada de eso. Se documentó, se basó mucho en el libro de su amigo Mansilla. Pero no aceptó que Martín Fierro fuera un mensaje de protesta social; es más bien un alegato contra el Ministerio de la Guerra, como lo llamaban entonces. No creo, no, que Hernández ansiara un nuevo orden social. Además era rosista, y jordanista después…

S.: -Importa sí el significado del canto. Pienso que el poema es el exilio de los gauchos, un canto para los pobres en su propia patria. No sé cuál habrá sido el propósito deliberado de Hernández al escribirlo, y eso no importa. Usted sabe que los propósitos siempre son superados por la obra cuando se trata del arte. ¿Quién recuerda en qué acceso de patriotismo Dostoievski se propuso escribir un libro titulado Los borrachos, contra el abuso del alcohol en Rusia? Le salió Crimen y castigo…

B.: -Si El Quijote fuera simplemente una sátira contra los libros de caballería, no sería El Quijote. Si al final, cuando termina la obra, el autor piensa que hizo lo que se propuso, la obra no vale nada.

S.: -Volviendo a lo de Martín Fierro, lo que usted dijo antes lo comparto en algo: no se lo debe valorar como testimonio de protesta. O diría, mejor, por el solo hecho de ser un libro de protesta, porque en este caso, cualesquiera que sean sus valores morales, no alcanzaría a ser una obra de arte. Pienso que si Martín Fierro vale es porque a partir de esa rebeldía accede a esos altos niveles y expresa los grandes problemas espirituales del hombre, de cualquier hombre y en cualquier época: la soledad y la muerte, la injusticia, la esperanza y el tiempo.

B.: -Además, Fierro es un personaje viviente, que, como pasa con las personas reales, puede ser juzgado muy diversamente, según se lo mire…

S.: -De allí las interpretaciones que permite. Sociológicas, metafísicas…

B.: -Yo no he dicho una palabra contra el Martín Fierro…

S.: -Es que ha habido reportajes, no siempre responsables, donde usted aparece diciendo otras cosas… Me parece útil que se aclare.

B.: -He dicho, sí, que proponer a Martín Fierro como personaje ejemplar es un error. Es como si se propusiera a Macbeth como buen modelo de ciudadano británico, ¿no? Como tragedia me parece admirable; como personaje de valores morales no lo es…

S.: -Prueba que un gran escritor no tiene por qué crear buenas personas.

B.: -Qué extraño. Ahora recuerdo que Macedonio Fernández tenía una teoria que yo creo errónea. El decía que todo personaje de novela tenía que ser moralmente perfecto. Desde esa perspectiva, sin conflictos, resultaría difícil escribir algo…

S.: -Parecería un chiste de Macedonio, realmente…

B.: -No, no. Era en serio. Bueno, sería como anular la novela, ¿no?

S.: -Basta mirar los grandes protagonistas de las novelas. Siempre marginados, tipos casi siempre fuera de la ley…

B.: -Hay una frase que Kipling escribió al final de su vida. Dice: "A un gran escritor puede estarle permitido inventar una fábula, pero no la moraleja". El ejemplo que eligió para sostener su teoría fue el de Swift, que intentó hacer un alegato para el género humano y terminó haciendo Gulliver, un libro para chicos. Es decir: el libro vivió, pero no con el propósito del autor.

S.: -Es lo bastante complejo para ser un espantoso alegato y un libro de aventuras para chicos. Esa ambigüedad es frecuente en el arte.

B.: -Se me ocurre algo. Supongamos que Esopo existió y que escribió sus fábulas. Pero posiblemente le divertía más la idea de animales que hablaban como hombrecitos, que las moralejas, ¿no? Esas moralejas se agregaron después.

S.: -Ninguna obra de arte es moralizadora en el sentido edificante de la palabra. Sirven al hombre en un sentido más profundo, como sirven los sueños, que casi siempre son terribles… Sarmiento se propuso escribir un libro contra la barbarie y la conclusión fue un libro bárbaro. Facundo expresa lo que hay en el fondo del corazón de Sarmiento: un bárbaro.

B.: -Sí, sí. Es verdad.

S.: -Lo admirable del Facundo es la fuerza de sus pasiones. Está lleno de afectos sociológicos e históricos. Es un libro mentiroso. Y una gran novela…

B.: -Sólo cuando una obra no vale, cumple los propósitos del autor.

S.: -El artista es por excelencia un rebelde. Por eso en las revoluciones nunca le va bien, y mucho menos a los novelistas.

B.: -En Rusia, hicieron dos filmes de Iván el Terrible: uno, al comienzo, era contra el zarismo; el otro, cuando Stalin se había convertido en un nuevo zar, en favor del zarismo…

S.: -El artista sólo puede hacer arte grande en absoluta libertad. Lo otro es el sometimiento, arte convencional, y por lo tanto falso. Y por lo tanto no sirve al hombre. Los sueños son útiles porque son libres.

Verano de 1975: Epílogo, ¿o prólogo?

Dejaron atrás las rejas, los adoquines antiguos, la certeza del río cercano. Como diría Borges, salieron del territorio de los arrabales y la desdicha y entraron en la mañana del centro y la serenidad. Se despidieron con pocas palabras. Borges cerró la puerta del ascensor. Sabato se metió rápidamente en un auto. Una hora más tarde, estaría otra vez en su jardín de Santos Lugares.
En un café casi vacío escuché la grabación. Al llegar al final, entendí que no se habían propuesto urdir una charla memorable, ávida del mármol o del bronce. Simplemente, se habían dejado arrastrar por palabras amistosas, por recuerdos, por sucesos desordenados, por algunos nombres propios. Sin embargo, casi sin testigos, junto a un aljibe silencioso en la mesa de un almacén, habían hablado de la vida y la muerte, de la eternidad, de Dios, de reyes y de poetas, de lenguas remotas y de noticias urgentes.
En la larga cinta marrón, dentro de un grabador parecido a todos los grabadores, quedaba un cosmos. Y ahora, al final de la nota, la tentación también es grande. Yo podría armar un final con laberintos, espejos, senderos que se bifurcan, ángeles exterminadores, Alejandras, ciegos. Mezclar la matemática y el caos. Pero no: callar exactamente aquí es rendir un homenaje a Borges, a Sabato. Es pedir con fervor que este epílogo sea apenas un prólogo. Es esperar que estos dos hombres hablen hasta el fin de los tiempos.

Fuente: http://www.infobae.com/tendencias/2016/12/17/el-dia-que-borges-y-sabato-se-sentaron-a-conversar/

domingo, 11 de diciembre de 2016

BIBLIOTECAS POPULARES…La $ está…( solo es cuestión de higiene...)

ZANNINI NOMBRÓ A 100 PARIENTES y amigos COMO FUNCIONARIOS ( y tantos otros +)

Los contratos polémicos vinculados al ex secretario K

Además llamó por teléfono al Gobierno y reclamó el cobro de vacaciones que dice no haber gozado

La Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia de la Nación tiene, entre otras obligaciones, la de controlar que los actos de Gobierno cumplan con las normas de la Constitución y de la Ley. Y, si fuera posible, también con los principios de la ética pública. El anterior jefe de ese organismo, Carlos Zannini, y el anterior subjefe, Carlos Liuzzi, nombraron en esta dependencia oficial a cien parientes y amigos como funcionarios públicos. Había empleados con los estaban unidos por lazos de sangre. Con otros, los vínculos eran comerciales en sus negocios privados, como un spa.

Es público que Zannini tomó vacaciones durante sus años de poder. En los últimos años veraneó en la ciudad de la costa bonaerense que fue un emblema de la política de los '90: Pinamar. Solía alquilar una casa junto a su esposa y cuatro de sus hijos.

sigue…………………

http://www.clarin.com/politica/Zannini-nombro-parientes-amigos-funcionarios_0_1702629822.html

Ni en un millón de pendrives


Sabemos que un libro sirve para leer. ¿Pero para qué sirven cientos o miles de libros?

No sé si hay una respuesta. O una constelación de respuestas. Así que no pretendo demostrar nada con los siguientes párrafos. Son más bien como pensar en voz alta. Toda la reflexión se inició el año pasado mientras miraba una pila de cajas de cartón. Una enorme pila de cajas de cartón. En cada una estaba garrapateada con marcador la palabra "LIBROS". En total, había más cajas de esas que de todos los otros rubros sumados.
Me estaba mudando, y mientras observaba la desmesurada acumulación de cajas, mientras vigilaba que las de libros no sufriera ningún maltrato, hice un cálculo rápido que me dejó pasmado. Mis libros, mi biblioteca entera, podía guardarse en un pendrive.
Diré mejor. El texto de todas esas obras podía guardarse en un pendrive. Así que, ¿valía la pena tanto esfuerzo? Es cierto, había allí libros que he leído 10 veces y que volvería a leer otras tantas (Pedro Páramo, La Boca del Caballo, El Quijote, El Proceso), pero había también cientos que sólo leí una vez. Muchos son volúmenes de consulta. Enciclopedias, diccionarios, ensayos, bibliografía sobre árboles o lingüística. En conclusión, mi mudanza fue épica, básicamente, porque hube de trasladar un camión de libros que probablemente nunca vuelva a visitar.
¿Tenía sentido? Me lo pregunté de verdad. Diré mejor: me lo pregunté de verdad, pero con la más adamantina convicción de que nunca voy a separarme de mis libros. Fue esa convicción la que me llevó a reflexionar sobre el destino de los objetos culturales en la era digital.
Lo primero que pensé fue que tenemos claro que el texto de un libro no es el libro. Pero no tenemos claro qué hace al libro ser un libro. El texto digital es información numérica que luego de ser procesada por alguna clase de computadora aparecerá en alguna clase de pantalla bajo la forma de las palabras que originalmente llenaban las páginas de ese libro.
De la relación que establecemos con la página de papel, en cambio, no participa ningún intermediario. No sólo no depende de la electricidad, los sistemas operativos o los formatos de archivo, sino que además el libro es algo en sí. El texto digital es algo en tanto sea interpretado por un software. Un libro, en cambio, es.
Otro asunto que parece menor, pero está lejos de serlo. Al libro lo podemos tocar. Al texto digital, no. Tocarás tu smartphone o tu Kindle, pero no el libro, que en su transmigración ha quedado desencarnado. El resultado más evidente es que todos los volúmenes pesan lo mismo, huelen igual, se sienten idénticos al tacto, poseen la misma edad y profesan una tipografía siempre igual.
Al toque
Bla, bla, bla, me dije, cambiando de piel. Esos son todos prejuicios derivados de tu formación y tu edad. Esas cajas que te proponés trasladar no son sino reliquias. No es una biblioteca, es un museo. Ya nadie usa ese dispositivo pesado e impráctico llamado libro. Ahora leemos, oímos música y miramos películas en el celular. Todo lo demás es fósil.
En serio, ¿para qué conservar mi (también cuantiosa) colección de discos cuando existe Spotify? ¿Cuál es la lógica de atesorar películas cuando tenemos Netflix? Eso estuvo bien durante un tiempo, pero hoy es completamente innecesario. Todo lo que quieras leer, oír y ver está al alcance de un clic, de forma inmediata. Bueno, no es exactamente así todavía, pero vamos camino de eso.
Cambié de asiento de nuevo y me pregunté: ¿y eso está bueno? ¿Está bueno que todos los libros estén disponibles sin límite, a un clic? No lo sé, realmente. En mi biblioteca, la mayoría de los volúmenes tiene una historia, cuyos hilos se entrelazan con mi propia biografía. Llegaron hasta allí luego de transitar quién sabe qué vicisitudes; algunos han cruzado más de un siglo. Si saco de su estante Las Enseñanzas de Don Juan, no puedo dejar de pensar en la fotógrafa que me lo prestó hace casi 40 años, cuando era un periodista principiante. Es uno de los dos libros en mi biblioteca que nunca devolví. Muchos de esos ejemplares están dedicados. Imagino que ese es también otro reflejo pavloviano. Muchas son primeras ediciones, ¿pero qué sentido tiene hablar de primeras ediciones en un mundo en el que las primicias duran un suspiro? Algunos volúmenes estuvieron prohibidos durante la última dictadura; observación cómica, puesto que hoy pueden borrarte libros de tu Kindle de forma remota. ¿O acaso no ocurrió exactamente eso con 1984, de Orwell, siete años atrás?
Estaba seguro de que en esa habitación llena de cajas con libros había alguna clase de revelación, pero seguía sin poder atraparla.
Pensé entonces en que el uso que le damos a los libros induce a un equívoco o a una paradoja. El consenso dice que los libros son para leer. Tengo mis dudas de que sea tan sencillo, pero no resbalaré por el debate acerca de qué es leer.
En cambio, haré una pregunta. OK, un libro es para leer, ¿pero para qué son varios cientos o miles de libros? Entonces se aclaró todo. Me di cuenta de que los bits no nos privaron de la herramienta de lectura. Si acaso, la mejoraron: ahora es más liviana, está conectada y podés adquirir obras a un clic, etcétera. Pero esa mejora arrasó con las bibliotecas. Nos pasamos 30 años obsesionados con la desaparición del libro, mientras las bibliotecas se esfumaban a nuestro alrededor. El libro no nos dejó ver el bosque, literalmente.
Es más o menos obvio que un pendrive no constituye ninguna biblioteca. Ni siquiera podrías construir una con 100 millones de pendrives cargados con todos los libros jamás escritos.
Ese día, de pie entre las las cajas de cartón prolijamente estibadas en el mismo cuarto donde hasta entonces residía mi biblioteca, entendí, por fin, que una habitación llena de libros no constituye una biblioteca. Para que ese milagro ocurra deben estar en sus estantes, tienen que rodearte, tienen que abrazarte. Una biblioteca es un topos, un lugar, y es también un organismo. Tiene una topografía, una anatomía. Un orden, una sintaxis.
Atrapados en esas cajas, mis libros habían dejado de cumplir esa otra función, una que pasamos por alto durante todos estos años, muy a pesar de que era tan obvia. Ahora no sólo no podía ver sus lomos y decidir repasar algún párrafo, alguna estrofa, sino que no podía estar entre mis libros, resguardado por mis libros.
Los libros son como ladrillos de una fortaleza para el espíritu. Empezamos con un puñado y, con los años, construimos una cada vez más grande, y también más nuestra. Me encontraba, pues, en medio de una demolición.
Los lectores no sólo amamos el libro, sino también las bibliotecas. Por eso, pese a su aspecto vetusto y anacrónico, una biblioteca es siempre la infancia del alma. Porque el lector vuelve a sentir ese incontenible entusiasmo infantil al abrir un libro nuevo o al volver visitar páginas conocidas.
Advertí todavía una cosa más. ¿Cuántos lugares en este mundo invitan, por su propia naturaleza, a bajar la voz, a hacer silencio? Pensalo.
Un estante vacío
Cuando tenía 8 años, mi familia logró tener su primera casa lo bastante espaciosa para darle un lugar a todos los libros. El cuarto que funcionaba como estudio de mi padre asumió ese papel, y lo llamábamos así, La Biblioteca.
Luego conocí la del Colegio Nacional de Buenos Aires, imponente, con tantos volúmenes que en mi primera visita quedé estupefacto. A los 12 años era un lector curtido, pero me faltaba mundo. Nunca había imaginado que podían existir tantos libros; comencé así a sentir esa pena que todo lector lleva adentro, la de que no existe posibilidad alguna de leerlo todo. Era grave, porque desde los 10 años me había propuesto escribir libros, y ahora veía que ya había suficientes. Con el paso del tiempo, siendo todavía un adolescente, decidí que sin importar cuántas obras existieran, en algún estante habría espacios vacíos. Ha sido mi principal búsqueda desde entonces.
A la del colegio le siguieron la Nacional, la del Congreso, la del Maestro. Y otras. Tuve un atisbo de la biblioteca de Borges, cuando me reuní a hablar con él en 1982. Y poco a poco construí la mía. Que ahora espera. En cajas de cartón.

lunes, 5 de diciembre de 2016

La Argentina mantiene un elevado índice de pobreza pese a la baja de la inflación

Así se desprende de un informe de la Universidad del Salvador. Los detalles

La ausencia de avances de relevancia en la reducción del elevado déficit fiscal impide lograr avances de relevancia en la disminución del índice Okun, introducido por primera vez por el economista Richard Okun y conocido generalmente como "Índice de Miseria", que es la suma de la tasa de desempleo y la tasa de inflación trimestral anualizada, porque desalienta la inversión y la creación de empleos, al tiempo que mantiene alta la tasa de inflación.

Así surge de un análisis del Instituto de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad del Salvador que elaboró una serie comparada por país y por región del país, que ubicó a la Argentina con un índice de 22,5 puntos para el tercer trimestre.

En la región, el índice más aproximado es el de Brasil con 15,9%, mientras que el de Uruguay está casi 10 puntos más abajo, y en Chile y Perú anotó un indicador de un dígito: 9,1 puntos, en cada caso.

"En la Argentina, el mayor Índice de Miseria en el tercer trimestre fue el de Neuquén con 36,3 puntos, y el menor, el de Mendoza 5,7, mientras en la Ciudad de Buenos Aires se ubicó en 19,4, San Luis 24 y Córdoba 25,7 unidades", indica el informe de la casa de altos estudios.

Mientras que en comparación con 14 países, cinco de la región y 9 de economías seleccionadas de altos ingresos, en el informe de la USAL el índice local superó en unos seis puntos al que obtuvo para España y en casi 20 unidades más alto que el estimado para Japón.

"La baja de la inflación en el tercer trimestre respecto del segundo explica las caídas de todos los Índices", observa el estudio, pero la persistencia de niveles de alza de precios entre los más altos del planeta, sólo superado por Venezuela y una decena de países africanos, determina un índice Okun entre los más elevados del mundo.

Sólo cuando el Gobierno logre bajar la tasa de inflación al rango de un dígito porcentual al año, el Índice de Miseria podrá descender abruptamente, habida cuenta de que el indicador que lo completa, la tasa de desempleo, se ubica por debajo de las que registraron en el tercer trimestre de 2016 España, Italia, Brasil, Francia, Colombia y Uruguay, entre las naciones analizadas.

http://www.infobae.com/economia/2016/12/05/la-argentina-mantiene-un-elevado-indice-de-miseria-pese-a-bajar-la-inflacion/

jueves, 1 de diciembre de 2016

Detienen a 2 curas Pedófilos por abusar de chicos sordomudos en un Instituto Católico (la impunidad viaja en sotana)


(Mendoza-Argentina) Violaciones. Abusos espantosos con acceso carnal. Sodomía en los baños y las habitaciones. Sexo oral con niños muy probablemente durante años, en la soledad y la oscuridad de los fines de semana -especialmente- o cuando menos gente había en la casa. Las historias de chicos abusados en el Instituto Antonio Próvolo para Niños Sordos de Mendoza pueden ser decenas, y apenas si se conoce la punta del iceberg. Casos evitables, además: Uno de los curas detenidos arrastra denuncias de abuso sexual a niños sordos desde 1984, en Verona. Y su caso fue presentado por una red de víctimas en Washington, el año pasado. Sin embargo, el cura estaba trabajando en Mendoza, con decenas de niños y niñas indefensos y a su disposición.

La historia, espantosa, fue develada por el POST el sábado por la noche, y trata de abusos sexuales a niños y niñas sordo mudos, internos del Instituto Próvolo, un colegio católico con internado ubicado en Luján de Cuyo. Los imputados por ahora son tres. Un cura italiano de 82 años de edad radicado en la Argentina, llamado Nicola Corradi (“El padre Nicolás”), otro sacerdote de 56 años llamado Horacio Corbacho, y un tercer individuo del que aún no está claro si es interno o empleado del Instituto, pero que también es una persona hipoacúsica. Los tres hombres están detenidos preventivamente en una comisaría de Carrodilla, donde el fiscal Fabricio Sidoti -el mismo del caso Ayelén Arroyo- está tomando las declaraciones. Podría haber un cuarto detenido, empleado también del Instituto, aunque este dato no fue confirmado.

Las vejaciones sexuales intensas y repetidas en el tiempo a niños sordo mudos internados en el Instituto Próvolo encierran en el medio algunas historias de valentía. De quienes vencieron el miedo para denunciar el horror que ocurría tras las paredes del colegio religioso.
Una ex alumna mayor de edad -su nombre de fantasía será “Ayelén” a los efectos de esta nota- fue la que rompió el cerco la semana pasada, en el ámbito menos pensado de todos, la Legislatura de Mendoza. “Había una actividad pública en la Legislatura, y participaban miembros de una asociación de personas hipoacúsicas. Una de ellas se acercó y nos pidió ayuda. Afortunadamente contamos con la intérprete oficial de la Legislatura, que con el lenguaje de señas nos facilitó la comunicación con estas personas” contó la senadora Daniela García, UCR Cambia Mendoza. Con la ayuda de la intérprete, pudieron dar con Ayelén, la testigo de identidad reservada que dio los primeros pasos a esta investigación.
La senadora García y la vicegobernadora Laura Montero fueron quienes dieron a Ayelén contención, protección y un “puente” para declarar, armando el contacto con el Procurador General Alejandro Gullé. Y por jurisdicción, la causa cayó en la fiscalía de Fabricio Sidoti, el fiscal “en la picota” por la muerte de Ayelén Arroyo. Sidoti no durmió el viernes a la noche después de tomar las primeras declaraciones y de haber detenido a los dos curas del Instituto y al tercer sospechoso. Y el sábado durmió sólo dos horas. Está a tiempo completo con el caso para evitar dispersión de posibles testigos. Según pudo saber este diario, varias personas se comunicaron para ofrecer testimonios. Algunos serían padres de niños víctimas de los sacerdotes acusados de pedofilia que vivían en el Instituto Antonio Próvolo.

UN TESTIMONIO…

“AYELÉN” es una ex alumna del colegio católico en el que violaron a niños y niñas hipoacúsicos durante años. Egresó de la casa seis años atrás, a los 18 años, y ahora es mayor de edad. Ella no fue víctima directa de los abusos, pero fue testigo de violaciones. Con su testimonio se pudo llegar a una de las víctimas, un joven que sí fue sujeto sexual de los sacerdotes y del tercer detenido. “Había de todo… violaciones… sexo oral… el testimonio es terrible” dijo una fuente.
El testimonio de “Ayelén” es reservado, sobre todo porque hay secreto de sumario. Y porque ella lo pidió así. Hija de una familia de “buen pasar”, ni siquiera sus padres saben que ha decidido testificar en este caso. Lo que contó el viernes al mediodía con la ayuda de las intérpretes, junto al testimonio del joven víctima, fue suficiente para encerrar a los dos curas y a la tercera persona, sobre la que hay muchas dudas respecto de su rol. Aunque un informe dice que es imputable, se cree que uno o los dos sacerdotes presos le daban indicaciones sobre qué hacerles a los niños. Los tres quedaron acusados y ninguno de ellos ha declarado aún.
Los curas acusados de pedofilia seleccionaron bien a sus víctimas. El Instituto Antonio Próvolo, que tiene sedes en La Plata y depende de “La Compañía de las Hermanas de María”, una orden religiosa dedicada a los niños sordomudos, funciona como un colegio con internado. Los internos en general son chicos de otras provincias -especialmente del norte argentino- o de zonas alejadas del Gran Mendoza. “Violaron a niños y niñas que no se podían defender por sí mismos, y que además tenían lejos a sus padres” dijo una fuente.
La causa recién empieza. El Instituto está a cargo de una directora, y ya se sabe que un abogado se presentó a pedir prisión domiciliaria para el sacerdote Nicola Corradi, de 82 años. Muy probablemente el fiscal Sidoti se la otorgue, pero no podrá ser en el Instituto donde probablemente hay víctimas aún. Hoy lunes, a pesar del feriado habrá rondas de testigos. Ya declararon empleados del Instituto y luego lo harán docentes, no docentes, y otras personas relacionadas a la casa. También declararán personas que conocieron la noticia a través de nuestra publicación en el POST, y que ofrecerán su testimonio.
QUE DICE LA IGLESIA ( dan asco estos pervetidos hdp)

El caso es realmente un horror. La Iglesia Católica ha perdido cientos de millones de dólares en indemnizar a las víctimas de los curas durante años, y es un problema recurrente de cada papa de turno. Habrá que ver qué hace ahora el papa Francisco, argentino, con este Instituto y los curas presos acusados de pedofilia, es decir, violación de menores en el más crudo sentido posible.
Por lo pronto, el Arzobispado de Mendoza envió ayer a los medios un comunicado, en el que tratan de ser cercanos a las víctimas, pero no reconocen culpabilidad alguna. Sí, la existencia de los hechos. “Nos entristecen e indignan dichos sucesos. Manifestamos nuestra solidaridad y cercanía con las víctimas de los hechos objeto de la denuncia” dice. “Apenas conocida la noticia de estos sucesos fueron informadas las legítimas autoridades del Instituto (que es de Derecho Pontificio), quienes deberán iniciar el debido proceso canónico establecido por la Iglesia para estos delitos denunciados” aseguran. “En cuanto esté al alcance de este Arzobispado, se brindará toda la cooperación que corresponda a las autoridades judiciales para el pronto esclarecimiento de los hechos denunciados” dijeron. 
Un detalle, que no es menor. Al primer llamado de una autoridad judicial, en el arzobispado de Mendoza habrían dicho que no tenían jurisdicción sobre el Instituto Antonio Próvolo. Ahora las autoridades eclesiales de Mendoza deberán explicar por qué vivía en un internado con niños, un cura que arrastraba denuncias de pedofilia desde 1984. Menuda tarea para el obispo Franzini.
EL “PADRE NICOLÁS”
Nicola Bruno Corradi tiene 82 años. Ya había sido acusado de abusar de niños sordos entre 1955 y 1984, en el Instituto Próvolo de Verona (Italia). Una sobreviviente de víctimas de abusos de curas pederastas, Julieta Añazco, presentó su caso junto a los de otros diez curas argentinos acusados de pedofilia, en la Conferencia Internacional de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico realizada en julio del año pasado en Washington. Ese informe tiene datos sobre el “Padre Nicolás”, que fueron presentados de la siguiente manera:
Nicolás Bruno Corradi. Acusado de abusar, entre 1955 y 1984, en el Instituto Próvolo, de Verona (Italia), para niños y jóvenes sordomudos. Ante las autoridades eclesiásticas fueron presentadas denuncias de violaciones, masturbaciones obligadas por curas y relaciones de sodomía cometidas en los dormitorios. Los curas involucrados fueron aproximadamente 130. Algunos de ellos fueron trasladados a la Argentina, particularmente a La Plata y Mendoza. En esta última ciudad recaló el cura Corradi, actualmente octogenario, quien cometió abuso de poder contra docentes y alumnos. Extraoficialmente se sabe que hubo abuso sexual contra algunos alumnos. Cuando reclamaron los padres se les “compró” el silencio con indemnizaciones” dice el informe.
Es realmente lapidario. Ahora, el “Padre Nicolás” está preso en Carrodilla. Las principales acusaciones apuntarían a él. En la web además hay varias publicaciones fechadas en 1984, en Verona, donde ex alumnos de la sede original del Instituto -unos 60- denunciaron los abusos.
EL “PADRE HORACIO”
Horacio Hugo Corbacho, el otro sacerdote detenido, es profesor de Teología y oriundo de Castelar, Buenos Aires, donde nació el 8 de abril de 1960. Está en Mendoza desde 2001. La comunidad del colegio le conoce como “El Padre Horacio”. En una antigua publicación, la agencia católica de noticias AICA dijo de Corbacho “es el primer sacerdote argentino de la Compañía de María para la Educación de los Sordomudos”, anunciando la primera misa del cura en La Plata. Una curiosidad: Corbacho fue ordenado sacerdote por José María Arancibia, cuando era arzobispo de Mendoza. La ceremonia se hizo en el Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo. El mismo en el que violaron a decenas de niños.
En el Instituto no hay aún voces oficiales. Se sabe que hay una directora a cargo, y que hay una verdadera conmoción por la detención de los dos curas. También, que algunos familiares de niños alumnos han pedido tomar contacto con el fiscal.
Esta historia de horror, de muchos años, recién comienza a conocerse. Las redes sociales reproducen la información a toda velocidad. De hecho, una lectora del POST contó que había hecho una denuncia años atrás en la Fiscalía 11 de Luján. La mujer es madre de un ex alumno del colegio. Ayer, a pedido de este diario, autoridades judiciales rastrearon y encontraron el expediente, radicado en la fiscalía de Mercedes Moya. La denuncia tiene años.
Estos días serán intensos en declaraciones y movimiento judicial. El cura Corradi, el más anciano, será trasladado a algún domicilio particular. Y el “Padre Horacio” podría ser enviado a la cárcel, mientras se suman testimonios de lo que posiblemente sea la historia más terrible conocida en la Mendoza de los últimos años.